Arcadian Atlas, la narrativa en tiempos de videojuegos

Arcadian Atlas, la narrativa en tiempos de videojuegos

Luchadores principales de Arcadia

Arcadian Atlas es un juego de rol táctico (RPG) isométrico en 2D sobre las elecciones que las personas hacen en busca de las cosas que aman y los estragos que causa en un reino.

Protégete intensamente en el dominio de Arcadia, donde un reino se encuentra en proceso de autodestrucción y fuerzas ancestrales oscuras están al borde de despertar. Sumérgete en profundas confrontaciones tácticas a lo largo de extensos y peligrosos paisajes mientras forjas un ejército de tropas poderosas, adaptando sus clases y habilidades para obtener ventajas en contra de criaturas monstruosas, individuos implacables, una hija desfavorecida y una reina tan despiadada que no dudaría en asesinar a su propio esposo para asegurarse el trono.

Una gran historia enfocada en los personajes

Juega como dos amantes unidos por los estragos de la guerra y separados entre la lealtad que han jurado a la reina y la carismática hija ilegítima que se alza para reclamar un trono que le ha sido negado. Una contienda interna que amenaza con arrastrar a los menos afortunados y desesperados mientras las líneas de batalla son trazadas y las espadas desenvainadas. En medio de esta situación, una joven enclaustrada detrás de los muros del castillo toda su vida se encuentra con el Atlas, un poder que no puede contener por más tiempo. Guiada por un mago astuto, descubrirá las fuerzas que dieron forma al mundo, pero ¿podrá dominarlas? ¿O será ella y el mismo mundo que intenta salvar los que quedarán atrapados en su influjo?

Habilidades destacadas

 Reúne un ejército de tropas y personajes ocultos provenientes de más de 12 clases personalizadas, que incluyen:

  • Caballeros – La clase poderosa, impávida en la batalla con sus pesadas armaduras y espadas afiladas. Los Caballeros pueden actualizar a Inquisidores, convirtiendo a los enemigos en muertos vivientes y paralizándolos con ataques sagrados, o Ronins que pueden entrar en trances mortales y sacrificar el control por enormes bonificaciones en el campo de batalla.

  • Elementalistas – Los magos que han hecho pactos con los elementos más básicos de la creación, los Elementalistas pueden estudiar las formas de llamar llamas abrasadoras, ralentizar el hielo o rayos impredecibles para diezmar a los enemigos. Con suficiente estudio pueden actualizarse a Hechiceros, agentes del caos que llevan la magia a extremos salvajes y se deleitan en primera línea, o druidas que han aprendido a crear fenómenos poderosos de la nada y colocar trampas mágicas mortales.

  • Exploradores: mortal a distancia, los Exploradores ganan terreno más alto y causan destrucción o disparan poderosos pernos elementales a través del campo de batalla para aturdir y paralizar a los enemigos. Sus habilidades los hacen los indicados para actualizar a Cazadores, que ganan un compañero animal para colocar trampas y lanzar bombas a tropas desprevenidas, o Ladrones que desaparecen en nubes de humo y reaparecen para apuñalar a sus enemigos en sus signos vitales.

  • Boticarios: los científicos locos residentes, que mezclan cervezas especiales que explotan en nieblas y restauran a los débiles a condiciones de lucha o queman franjas enteras del campo de batalla en ácidos y materiales explosivos. Los Boticarios pueden actualizarse a Monjes que encadenan golpes rápidos como el rayo o canalizan energías arcanas para sanar o dañar, o Chamanes que manipulan las fuerzas de la vida y la muerte al invocar el poder de los cielos o sacrificar a sus amigos para dañar a sus enemigos.

Amor en tiempos de guerra

Viaja por el mundo de Arcadia, luchando contra monstruos y evitando trampas mientras destruyes a tus enemigos con la ayuda de varios mapas basados en cuadrículas. En definitiva, este juego cuenta con encantadores gráficos y una historia sobresaliente que te hará conocer varios estilos de personajes, y sus poderes y debilidades. Posee una narrativa melancólica pocas veces visto, y sus giros a lo largo de la trama te harán querer jugarlo sin parar.