¿Estás buscando ese videojuego que te cambie realmente la vida? ¿Te animás a sumergirte en una experiencia cinematográfica única de la mano de la industria del entretenimiento?
Quienes somos aficionados a los jueguitos, pero también nos interesan las artes en su conjunto, exploramos maneras de combinar el entretenimiento con otros elementos que amplíen nuestra percepción del mundo.
Hoy te voy a contar sobre uno de los jueguitos que me flayeó en los últimos años.
¿Qué es GRIS?
GRIS® es uno de los videojuegos que te impacta desde la intro. Como si entraras de repente en una peli con animaciones pintadas en acuarela y una banda sonora que te eriza la piel.
GRIS trata sobre la historia de una piba que está sola y pierde su voz. En la introducción, podemos verla despertando sobre la palma de una mano que la contiene. Pero, cuando esa mano se rompe en pedazos, ella cae al vacío.
Arrodillada sobre su vestido, tiene que recuperar sus fuerzas y levantarse. Caminar despacio como quien recomienza hasta que el envión invita a correr. Así, ella se desplaza a través de uno de los rasgos característicos de este videojuego indie de ensueño: sus progresivas y cambiantes plataformas, que destraban colores y habilidades.
El camino no será fácil. Por momentos y con su música, Berlinist nos adentra al estado doloroso y melancólico de este personaje. Pero, también, habrá aliados no humanos a lo largo del recorrido que ayudarán a la resolución de los acertijos y rompecabezas visuales de los que se nutre esta increíble experiencia inmersiva.
La apuesta de Nomada Studio ha sido enorme. Y ni hablar de que nada de esto sería posible sin el estilo particularísimo del artista Conrad Roset. Creo que sus palabras permiten expresar con claridad el objetivo que persiguió todo el equipo en la realización del videojuego:
“Para nosotros es muy importante que cada jugador extraiga algo único y personal de la experiencia. No existe una verdad única en GRIS. La interpretación propia a la que llega cada cual es la correcta para esa persona.”
Ahora les toca a ustedes hacer vibrar esas cuerdas para que hablen, con GRIS. Y por sí mismas.